29 de noviembre de 2012

Reseña de “Fue un beso tonto” de Megan Maxwell


 
Título: Fue un beso tonto
Autora: Megan Maxwell
Editorial: Versátil
Género: chick-lit
ISBN: 978-84-92929-22-1

Sinopsis:
<<Tras una serie de fracasos amorosos las Inspectoras de policía Olga Ramos y Clara Viñuelas lo tienen muy claro “para qué un novio, si se pueden tener muchos amigos”. Sin embargo, una serie de circunstancias harán que sus vidas cambien por completo.
Un cóctel explosivo, dos chicas policía con muy mala baba y dos médicos escoceses con mucha clase. Los hombres de Paco y Anatomía de Grey con el humor corrosivo de Megan Maxwell>>.
<<Esta novela reúne varios requisitos para pasar varias horas entretenidas: dos chicas de un barrio madrileño que son policías y dos médicos escoceses adinerados que se conocen después de un operativo especial. Si a eso le añadimos una madre estirada que se cree Dios vestida de Chanel y una abuela con su mejor amiga que son la caña, ya tenemos el cóctel perfecto para divertirnos. Fue un beso tonto es una mezcla de pasión, amor, celos, traiciones, risas, misiones encubiertas y mucho más. La diversión está asegurada con este nuevo trabajo de Megan Maxwell>>

Según mi opinión:
La portada me gusta mucho. Refleja perfectamente el libro y también el carácter de la historia, muy chick-lit.

Olga y Clara son dos amigas, inspectoras de policía, de lo más divertidas y liberales que se puede encontrar. A pesar de que la protagonista es Olga, Clara tiene sus propias escenas y la he considerado como una especie de “coprotagonista”. Ambas son mujeres con mucho coraje, con una infancia difícil, autosuficientes y con mucho carácter. El amor las ha defraudado a las dos, pero mientras Clara aun tiene esperanza, Olga no lo tiene tan claro y su puerta está cerrada. Son divertidas como las que más y aunque a veces ciertos comentarios me han parecido un poco excesivos o tal vez con un tono no muy acertado, son dos grandes mujeres.
Los protagonistas: un par de médicos escoceses adinerados. Alexandro O’connors y Oscar Butler. Acostumbrados a un nivel de vida muy distinto al de nuestras protagonistas, disfrutan de constantes fiestas y cócteles en los que las humildes inspectoras no acaban de encajar. Hago hincapié en el protagonista: Alex, es el pilar de su familia y todo el mundo acata sus órdenes, eso hace de él un hombre dominante, pero la educación, el saber estar y la extrema corrección en su comportamiento le vienen desde la cuna. Como siempre Megan ha conseguido que me enamore, y es que siempre me han perdido los doctores. ;)
Perla O’connors… ¡Dios mío! Qué mujer más odiosa… ¡Es una bruja! Pero una bruja de las malas, malas. He tenido ganas de retorcerle el pescuezo (por no decir cosas más fuertes) digamos, durante el 90% del libro. Sobre todo en la que se une a la petulante ex, Sabrina, que en el fondo pienso que tiene un trastorno psiquiátrico.
Ah, pero en cambio también contamos con la abuela Pepa y Maruja. Todo lo contrario a la Señora Perla, son simpáticas, agradables, divertidas… ¡las adoro!
Horacio es un auténtico amor, te encariñas con él prácticamente en cuanto aparece.
Todos los personajes secundarios se hacen de querer, y eso que son muchos. Todos ellos muy distintos y bien caracterizados.

La trama no es demasiado complicada, pero sí hace que te de mil vueltas el corazón. Muestra las dificultades de una pareja demasiado diferente, confiriéndole el toque de realidad que todos los libros de Megan tienen. Quizás ese es el motivo de que no puedas dejar de leer esta historia desde el principio hasta el fin, sin descanso. Necesitas saber si los obstáculos serán superados y si al fin ambos decidirán avanzar hacia el mismo puerto.
Sin embargo hubo algo que no me gustó. El señor O’connors me defraudó mucho, muchísimo. Y eso me estropeó el final. Pero a pesar de todo, no pudo enturbiar la buena tarde que pasé con su lectura ni tampoco las muchas risas que sus protagonistas me regalaron.
Así pues le doy Cinco Chocolates.


Un saludo, Mel.


2 comentarios: